Desde el 2010, el FCBT viene implementando proyectos en la Reserva Natural Privada Tapytá, esta Reserva se encuentra bajo el cuidado de la Fundación Moisés Bertoni (FMB), con quienes realizamos actividades de reforestación con plantas nativas, yerba mate, cítricos, además de recuperación de suelo, apicultura, producción de bienes de autoconsumo y renta, todo en alianza con pobladores locales de comunidades de la zona de amortiguamiento, así como de comunidades indígenas de la zona.
En esta ocasión, visitamos a Estelvina Cuevas, una pobladora de la comunidad Toro Blanco, ubicada en la zona de amortiguamiento de Tapytá, ella junto con su marido y sus 2 hijas viven allí desde hace aproximadamente 20 años. En el 2019 participó en uno de los proyectos implementados en la zona, y la visitamos en su finca luego de casi 4 años para monitorear el impacto de las actividades llevadas a cabo.
“Estoy muy agradecida con el Fondo porque logramos muchas cosas y tomamos conciencia sobre la importancia de los árboles” arranca diciendo Doña Estelvina. Continúa contándonos que lo primero que realizó con apoyo del proyecto fue la preparación de suelo, luego plantaron árboles nativos. Además recibieron semillas para producir alimentos para su familia en su chacra y huerta. “Ya pude cosechar de mi huerta y vender las hortalizas”, exclama muy orgullosa.
Luego, nos muestra la reforestación que realizó en su finca, nos menciona que llevó a cabo la plantación en dos periodos, los primeros fueron en la primera fase del proyecto, y la segunda tanda en la fase final del proyecto como premio al mérito que demostró en el desempeño de actividades, “ya están grandes” nos cuenta mostrándonos un ejemplar de lapacho de más de tres metros de altura.
Ante la consulta sobre cómo en tan corto tiempo logró que su bosque se desarrolle tan bien, explica que realizó preparación de suelo como le enseñaron a través del proyecto, removiendo el suelo y aplicando abonos naturales producidos por sus propios animales, y la mezcla con hojarascas. Doña Estelvina nos menciona que notó la diferencia en el crecimiento de los árboles al realizar la preparación de suelo, y por tanto ya la aplicó para la nueva parcela de bosque nativo, donde inicialmente plantó 100 árboles, y luego duplicó la plantación a 200 por los buenos resultados observados. También agregó que realizó la preparación de suelo para su Yerba Mate.
Es importante recalcar que Doña Estelvina prioriza la plantación de especies nativas antes que las exóticas, y que genera valor ambiental al plantar estos incluso en sitios que podrían utilizarse para la producción de cultivos de renta.
Recorriendo el bosquecito pegado a su casa nos cuenta “al mudarnos acá era un campo pelado, no había nada de árboles”, a lo que suma el técnico Samuel Sánchez de la FMB “Doña Estelvina tiene su reserva pegada a Tapytá, donde está el arroyo Tajay que se encuentra protegido por un remanente boscoso”.
Luego de finalizado el proyecto Doña Estelvina continúo plantando árboles, y logró recibir en donación gestionada a través del Comité de productores San Antonio de Toro Blanco, del cual forma parte, unos 170 plantines de árboles frutales que se encuentran plantados y en desarrollo dentro de su finca.
A partir del éxito del proyecto muchos vecinos de la zona vieron la importancia de contar con bosques nativos, “antes del proyecto nadie daba importancia a los árboles, luego de ver los resultados positivos la gente inclusive ya pide plantines, y sabe cómo cuidarlos” menciona Samuel.
Doña Estelvina se despide agradeciendo por todo el apoyo del proyecto “fue de mucho provecho todo lo que aprendí y recibí gracias al proyecto” nos dice mientras escuchamos el cantar de los pájaros que habitan el bosquecito creado con sus propias manos.
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